miércoles, 16 de julio de 2008

Sueño sin sueños... vivo porque respiro

Anoche soñé que me iba a morir. Sé que los sueños son sólo sueños; que son tan ilógicos como queramos que sean. Sin embargo, me canso de tener tantas pesadillas. Día tras día despierto con esa ridícula angustia que me generan esas alucinaciones tan fatalistas.

Esta vez la historia consistía en que estaba en la playa con una amiga (no recuerdo bien quién era). Sobre nosotras volaba una gaviota, y de pronto, el ave dejó caer sus excrementos justo sobre mí (sé que suena chistoso, pero ahora viene la peor parte). Mi amiga me decía que lo que me había pasado era un signo de muerte, que me iba a morir porque un pájaro me había cagado encima. Ilógico y ridículo no?

La cosa es que yo sentía que mi mundo se derrumbaba. Caía en una depresión tremenda, todos los que me conocían me llevaban flores y regalos… como si ya estuviera muerta. Lo peor del sueño fue la sensación de angustia que me agobiaba tremendamente, hasta el momento de mi supuesta muerte. Me empezaba a faltar el aire, me desesperaba, sudor frío, ahogo, crisis, llanto, miedo………..… y luego… DESPERTÉ.

Sentí un gran alivio al despertar, aunque estaba bañada en lágrimas y sudor frío. No sé por qué sigo soñando ese tipo de cosas tan fantásticas. Mi obsesión con la muerte se ha vuelto insoportable. Cada noche muere alguien distinto en mis sueños. No sé si es por el miedo que le tengo a tal momento o por el cariño que le tengo a esas personas y a la vida… aunque a veces ambas me decepcionan.
Si alguien tiene algún consejo para no tener más pesadillas, bienvenido sea.