Es extraño cómo una simple mirada puede decir más que mil palabras. Esa noche te vi, apareciste en mi vida cuando más lo necesitaba. No nos dijimos nada, pero con esa simple mirada lograste entrar en mis sueños, en mis pensamientos… no hizo falta decir nada para decirlo todo.
Te busco en la calle, intento hacer el recorrido que imagino harías tú. Sé tan poco de ti, pero las pocas cosas que me han dicho las ocupo para acercarme. Incluso pasé por afuera de tu universidad un par de veces, con la esperanza de volver a cruzar esas miradas que nos unieron en primer lugar... No te vi.
Creo que no te veré, pero aún así, te seguiré buscando, quizás algún día nos volvamos a encontrar, y podamos decirnos lo que no nos dijimos esa noche, “que eres lindo”, “que eres buena para bailar”, “que te conozco de antes”, “que quiero conocerte”… y quien sabe qué más.
El silencio aburre, la impaciencia colapsa, y tú te cruzaste entre mi pasado y yo justo cuando llegaba al borde de la locura. Te estaré esperando amigo desconocido, sé que nos volveremos a encontrar.
Te busco en la calle, intento hacer el recorrido que imagino harías tú. Sé tan poco de ti, pero las pocas cosas que me han dicho las ocupo para acercarme. Incluso pasé por afuera de tu universidad un par de veces, con la esperanza de volver a cruzar esas miradas que nos unieron en primer lugar... No te vi.
Creo que no te veré, pero aún así, te seguiré buscando, quizás algún día nos volvamos a encontrar, y podamos decirnos lo que no nos dijimos esa noche, “que eres lindo”, “que eres buena para bailar”, “que te conozco de antes”, “que quiero conocerte”… y quien sabe qué más.
El silencio aburre, la impaciencia colapsa, y tú te cruzaste entre mi pasado y yo justo cuando llegaba al borde de la locura. Te estaré esperando amigo desconocido, sé que nos volveremos a encontrar.
