El otro día me pasó algo raro… de la nada me dieron ganas de ir a la playa, no a tomar sol, sino a caminar. La verdad es que nunca me había gustado el mar, le tenía miedo, me molestaba la arena en los pies, la brisa marina me desagradaba. Ese día, de l
a nada partí con la idea de caminar hasta que se me aclarara la mente. Quizá tenía muchas cosas en mi cabeza que no me dejaban pensar con claridad, y el sol invernal me invitó a reflexionar junto a él…
En mucho tiempo no me había permitido a mi misma pensar en algunas cosas que me estaban pasando, y ese día me obligué a hacerlo… me obligué a enfrentar mis sentimientos. Mientras paseaba con el mp3 en el volumen más alto, por fin me encontré conmigo misma… me di cuenta de que no todo estaba tan bien como yo quería que estuviera. Me di cuenta de que he estado evitando sufrir lo que tengo que sufrir, llorar lo que tengo que llorar, quizá por hacerme la fuerte, por creerme tan bkn que no siento pena, que olvido de un día pa otro. Pero obviamente no es así, no soy fuerte, no soy bkn… soy humana, y sí sufro, sí lloro, y no olvido tan fácilmente.
Después de entender eso, me cague de la risa de mi misma, porque es rico no olvidar, es rico llorar. A veces las personas nos aferramos a cosas o personas que en algún momento nos hicieron felices… pero ya comprobé (no sólo yo), que la felicidad es sólo un estado mental efímero, que se instala en nuestras vidas y nos da momentos plenos… bacanes… pero al fin y al cabo, momentos que se acaban, que pasan a ser lindos recuerdos…
No es malo aferrarse a los recuerdos, no es malo intentar salvar algo que no tiene salvación… Es humano, es
normal, todos lo hemos hecho alguna vez. Sin embargo, dejarlo ir, hacer un paso al lado es más satisfactorio que luchar solo…
Ese día en la playa me sentí feliz… suena contradictorio jaja, pero estaba feliz de darme cuenta de que las cosas que me han pasado este último tiempo me han hecho crecer como nunca, que son cosas buenas, y que guardo los mejores recuerdos de tiempos felices… y otros no tan felices. Sólo rescato lo bueno y miro al pasado con una sonrisa… estoy lista para descubrir otras cosas, para seguir mi viaje en busca de la “felicidad”.
La playa… uf! ese paseo me abrió los ojos… Por fin respiro!!!
a nada partí con la idea de caminar hasta que se me aclarara la mente. Quizá tenía muchas cosas en mi cabeza que no me dejaban pensar con claridad, y el sol invernal me invitó a reflexionar junto a él…En mucho tiempo no me había permitido a mi misma pensar en algunas cosas que me estaban pasando, y ese día me obligué a hacerlo… me obligué a enfrentar mis sentimientos. Mientras paseaba con el mp3 en el volumen más alto, por fin me encontré conmigo misma… me di cuenta de que no todo estaba tan bien como yo quería que estuviera. Me di cuenta de que he estado evitando sufrir lo que tengo que sufrir, llorar lo que tengo que llorar, quizá por hacerme la fuerte, por creerme tan bkn que no siento pena, que olvido de un día pa otro. Pero obviamente no es así, no soy fuerte, no soy bkn… soy humana, y sí sufro, sí lloro, y no olvido tan fácilmente.
Después de entender eso, me cague de la risa de mi misma, porque es rico no olvidar, es rico llorar. A veces las personas nos aferramos a cosas o personas que en algún momento nos hicieron felices… pero ya comprobé (no sólo yo), que la felicidad es sólo un estado mental efímero, que se instala en nuestras vidas y nos da momentos plenos… bacanes… pero al fin y al cabo, momentos que se acaban, que pasan a ser lindos recuerdos…
No es malo aferrarse a los recuerdos, no es malo intentar salvar algo que no tiene salvación… Es humano, es
normal, todos lo hemos hecho alguna vez. Sin embargo, dejarlo ir, hacer un paso al lado es más satisfactorio que luchar solo…Ese día en la playa me sentí feliz… suena contradictorio jaja, pero estaba feliz de darme cuenta de que las cosas que me han pasado este último tiempo me han hecho crecer como nunca, que son cosas buenas, y que guardo los mejores recuerdos de tiempos felices… y otros no tan felices. Sólo rescato lo bueno y miro al pasado con una sonrisa… estoy lista para descubrir otras cosas, para seguir mi viaje en busca de la “felicidad”.
La playa… uf! ese paseo me abrió los ojos… Por fin respiro!!!
6 comentarios:
mi loreno sabrosón! tu cachai que te entiendo tu parada (tamos en casi las mismas) jajaja
Siempre uno evita llorar, sentirse mal, por no sé...miedo a la tristeza, a la pena. Y en vez de eso, busca otras vías para no hacerlo, pero es sólo cuestíón de tiempo para que el enfrentar las cosas te pegue en la cara y te diga: te llegó la hora de aperrar jajaj
Creo que viviendo lo que te toca vivir en cada experiencia de la vida es necesaria para poder pasar etapas, no olvidarlas, sino transformarlas en lindos recuerdos...
Me gustó leer esta entrada, fue como un espejo ...
te quiero lindaaa! nos vemos!
Loty, a mí me encanta ir a la playa, sobre todo en invierno, primavera y otoño (en verano no tanto) para encontrarme conmigo misma, y cuando estoy ahí frente a las olas me digo: "¡Misma! La vida es bella aunque la felicidad, a veces, solo dura algunos instantes...". Ah! Y tb. voy escuchando músik y en bici-cleta.
Saludinesss desde c/Huamaxuco 444 y gracias por tu visita en mi blog.
P.D. ¿Dónde vas a hacer el curso de fotografía? ¿Ah?
holaa lore!!
que rico es caminar, no tener en qué pensar y llorar, a veces nos ayuda a crecer y afrontar las cosas con más sinceridad.
llorar con uno mismo es lo más honesto que podemos hacer, es darnos ese momento y decir lo que realmente está pasando.
Nos ayuda a superar lo que sin un par de lágrimas jamás hubiesemos sido capaces.
después sonreímos y sin más nada damos un paso hacia delante.
que rico conversar contigo
tequiero muchito!!
besillos y saludillos
javi.
lo mejor es ser sincero cn uno mismo. da lo mismo cuál es el camino que se está tomando. da lo mismo lo que se siente, si es motivado por la trasparencia. siempre debes fundar tus hechos en lo que verdaderamente lo provoca, y no en la bkaneidad que la oculta. por màs que la lògica sea oibvia, la transaparencia debe ser la motivación de tu accionar.,
cariños
davidcito
Estimada Lorena:
Me da enorme satisfacción encontrarme con su bitácora; siempre es bueno aprender de la experiencia ajena. Me alegra también saber que camina por el litoral, a pesar de que tiene vehículo, yo que vivo muy cerca del muelle puedo dar testimonio que algo tiene el mar, entre infinito y calmo, que aclara las cosas. Espero pueda visitar mi blog, yo haré un link para visitarla seguido,
www.cementeriodelasideasperdidas.blogspot.com
Le dejo una frase:
"La felicidad posee en altitud lo que escatima en longitud"
(R. Frost)
Pasabe por aqui rebotando en links y me llamo la atención la playa, al final uno lucha con uno y con el mundo, pero la lucha es en aceptar nuestro mundo y dejarlo ser... y si algo uno quiere cambiar solo hay que hacerlo.
me gusto tu volada
adios
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